La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha dejado claro que la reciente renuncia del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, no tendrá un impacto en el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), que sigue siendo uno de los pilares fundamentales para la cooperación económica y comercial en América del Norte. La mandataria destacó que los tres países involucrados en el acuerdo han experimentado beneficios mutuos, lo que refuerza la importancia de este tratado para la región.
El T-MEC, que entró en vigor el 1 de julio de 2020, ha sido clave para fortalecer los lazos comerciales entre México, Estados Unidos y Canadá, al eliminar barreras comerciales y facilitar el intercambio de bienes y servicios. Sheinbaum subrayó que este acuerdo ha tenido un impacto positivo en las economías de los tres países, y aunque mencionó que hay una revisión programada para 2026, esta ocurrirá independientemente de los recientes eventos políticos en Canadá.
La presidenta mexicana recordó que América del Norte representa aproximadamente el 30% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, lo que la convierte en una de las regiones económicas más poderosas y competitivas del planeta. De acuerdo con Sheinbaum, la fortaleza de esta alianza es crucial para hacer frente a economías emergentes como la de China y otras naciones asiáticas. La integración económica de México, Estados Unidos y Canadá permite que los tres países se enfrenten de manera más efectiva a los retos que presentan mercados globales en constante evolución.
El T-MEC no solo ha favorecido el comercio, sino también la creación de empleo y el impulso a sectores clave como la manufactura, la tecnología y la agricultura en los tres países. En este sentido, Sheinbaum destacó que, a pesar de cualquier cambio político en uno de los miembros del tratado, el acuerdo en sí mismo sigue siendo un instrumento robusto y fundamental para el crecimiento económico de la región.
Además, la mandataria mexicana expresó su confianza en que la relación trilateral entre los tres países se mantendrá sólida, pues el T-MEC ha demostrado ser un acuerdo beneficioso para todas las partes involucradas, con mecanismos que garantizan la resolución de disputas y la cooperación continua en áreas de interés común.
En conclusión, a pesar de la renuncia de Justin Trudeau y los posibles cambios políticos en Canadá, el Tratado México-Estados Unidos-Canadá sigue siendo un pilar clave para el desarrollo económico de América del Norte, y su revisión en 2026 ocurrirá como estaba previsto, sin alteraciones importantes debido a los acontecimientos recientes en el ámbito político de Canadá.
